Estos días gozo de unos días de trabajo en la Sierra de Alcaraz y de Segura.
Con Aurora, madre de Juan Valero, de Fundación + arboles, estoy inventariando algunos frutales antiguos de la Sierra, en especial vides y perales, auténticos supervivientes de años de abandono, solo la tenacidad de personas como Aurora, han permitido que estos sabores adaptados al gusto y las condiciones ambientales locales, no se secaran en los torridos veranos.
La imagen en la despensa, que acompaña al texto es de una variedad de uva serrana, llamada crujidera, de uso múltiple: fruta fresca, vino y pasa.. estamos en el mes de julio y doy testimonio del dulzor y consistencia de esta uva pasa serrana.
El vergel es el modelo para EDINIZAR el planeta, y unos de las premisas que seguimos en Forestería Análoga y Permacultura, es valorar los recursos biológicos locales, tanto silvestres como cultivados. Recuperando estas especies y variedades, encontraremos recursos adaptados al clima y suelo local, ... Aveces buscamos en libros escritos en lejanas tierras, plantas que no sabemos a ciencia cierta si se adaptaran o no a nuestros jardines. Es mejor observar los libros próximos, el libro sin vocales ni consonantes de la naturaleza, seguro que nos asombrara y nos cautivara.
También los brotes tiernos de la parra tienen cabida en el vergel, se pueden consumir, previamente cocinados o ser, primero alimento de pollos y gallinas, como en la foto.
Gracias a Aurora y a todos y todas, que contribuyen en la salvaguarda de nuestra soberanía alimentaria, que con sus sencillos gestos de guardar semillas y plantones combaten la dictadura alimentaria que pretende homogenizar la alimentación para sus intereses.
Los vergeles forestales son un buen ejemplo de simbiosis entre el ser humano y su medio, en ellos se recrea una naturaleza amable, funcional, integrada en los ciclos de la vida como los ecosistemas naturales. Forma parte de la filosofía natural, que nos enseñaron miles de jardineros anónimos que transformaron una parte de Gaia en espacios de abundancia, belleza y prosperidad, esos jardines son un legado del pasado, un presente a desarrollar para transmitir a las generaciones futuras.
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